martes, 28 de mayo de 2019


Creación literaria con y para niños de infantil.
En este bloque tratamos la importancia que tiene en los niños ya no solo la lectura sino el amor por las historias, todo ello gracias a la imaginación desbordante que tienen los pequeños y que nosotros como futuros profesores de infantil deberíamos tener. Una de las características fundamentales que en mi opinión debería tener un buen profesor de infantil es la capacidad de ver el mundo como los niños, tratar de ponerse ya no solo en su piel sino tratar de viajar en el tiempo y ser aquel niño que éramos hace ya unos años.
Crear un texto para niños precisa de imaginación y de conocimientos básicos de estructuración de una historia. Las claves para crear un buen texto infantil son la búsqueda de una historia con elementos cercanos a los niños, que su estructura sea sencilla (lineal), que permita a los niños identificarse con los personajes de la historia y es interesante que además encontremos aprendizajes implícitos en la misma.
Existen tres posibilidades de creación literaria:
 Creación en prosa: es la forma más natural de crear literatura en la actualidad. Consiste en crear una historia de forma libre.
Creación en verso: consiste en la realización de textos poéticos, o juegos poéticos. Con ayuda de estrategias sencillas como, la adivinanza o los trabalenguas, podemos crear historias muy originales.
Creación dramática: la dramatización es un recurso fundamental que desarrolla una gran cantidad de capacidades en el niño. Los textos dramáticos destacan porque enuncian la entrada de los personajes.

Creación en verso:

He creado una pequeña adivinanza sobre uno de los juguetes más sencillos que hay, la pelota, niños de 3-4 años serán perfectamente capaces de entender sobre quien trata la adivinanza.


"Siempre rodando estoy,
Grande y redonda
Con el pie o con la mano.
Donde tú quieras voy,
¿quién soy?"












Creación en prosa:

Para mi creación en prosa he escogido como personajes a frutas y verduras, objetos muy presentes en la vida de los pequeños lo que facilita la conexión con la historia. En cuanto a la técnica utilizada me he decantado por la hipótesis absurda de Gianni Rodari dotando de la capacidad de hablar a los diferentes elementos que podemos encontrar en un huerto para de alguna manera fomentar la cercanía a estos alimentos tan saludables. La edad recomendada es desde los 4 hasta los 6 años.

En la huerta de mi tío las frutas y las verduras nunca juegan juntas, las frutas piensan que las verduras son muy aburridas y que huelen raro, las verduras sin embargo creen que las frutas son muy ácidas y que están siempre de cachondeo.
En la huerta de mi tío también hay tomates, los tomates siempre están solos pues ni ellos mismos saben si son frutas o verduras. Verdín es el más pequeño de los tomates, su carita todavía no se ha puesto roja y eso empieza a preocuparle. ´Mamá, me aburro muchísimo, ¿puedo ir a jugar con las frutas? ` le preguntó Verdín a su madre. ´Hijo mío ya sabes que las frutas piensan que somos muy aburridos, dicen que somos como todas las verduras. ` le contestó su madre. ´Bueno pues iré a ver que están haciendo las verduras. ´ repuso Verdín. ´Pero hijo mío en cuanto las verduras te vean aparecer, te pedirán que no las molestes que están muy concentradas tratando de crecer y que las frutas no les dejamos les distraemos mucho´ le dijo su madre. ´Yo también quiero crecer y tan rojo como papá ser’. Masculló Verdín enfadado.
´A mí me da igual ser fruta que verdura, yo lo único que quiero es jugar´ se repetía Verdín mientras caminaba por el huerto. ´ ¿Qué te pasa Verdín? ´ le preguntó alguien que salía de entre los tallos. ´Oh, que susto me has dado, ¿qué haces por aquí señora Calabaza? ` preguntó Verdín. ´Me aburro mucho con las verduras y me apetece jugar´ dijo la Señora Calabaza. Verdín le propuso jugar al escondite inglés y que fuera ella quien la ligase.
´1, 2, 3 al escondite ingle…´ `Tomate! ` gritó alguien con una voz muy ácida. ´Pero, pero ¿qué haces por aquí Naranjita? ´ preguntó Verdín al ver quién era. ´Estaba jugando con las frutas y hacen todas las rato trampas…es un rollo` exclamó Naranjita. `Sí quieres puedes jugar con nosotros. ` dijo la Señora Calabaza. ´Me encantaría, pero yo pensaba que las verduras eráis muy aburridas y que no os gustaba jugar…` comentó Naranjita sorprendida. `Yo pensaba que a las frutas no os gustaban las normas...`le contestó la Señora Calabaza. Estuvieron jugando los tres durante mucho rato hasta que de repente Naranjita se dio cuenta de que no sabía si el tomate era una fruta o una verdura y le preguntó ´Oye tomate te gusta mucho jugar y siempre respetas las reglas, ¿eres una fruta o una verdura? ´Es verdad, ¿qué eres? ` preguntó también la Señora Calabaza.
´Que más da lo que sea mientras lo sigamos pasando bien! ´ contestó Verdín a lo que sus dos nuevas amigas respondieron con una sonora carcajada y siguieron jugando hasta que mi tío fue a recolectar a todos ellos.

Creación dramática:

La edad recomendada para mi creación dramática sería a partir de los 5 años ya que me gustaría que los niños representasen la historia de alguna manera y es a partir de los 4-5 años donde el juego simbólico pasa a desarrollarse de manera grupal, son capaces de compartir el simbolismo del juego con otras personas. Representando diferentes caracteres pueden darse cuenta de la importancia de vacunarse y de ir al médico evitando así que le cojan miedo.

NARRADOR: Es la hora de la vacuna y a Pedro le da mucho miedo, su madre le acompaña al médico para que no esté tan asustado.

DOCTORA: Hola Pedro, hace mucho que no te veíamos, ¿qué tal estás?

PEDRO: Bien, pepero…no me gustan las agujas.

MADRE DE PEDRO: Doctora a Pedro le dan un poco de miedo las agujas, pero ya le he dicho que no sé tiene que preocupar por nada, ¿verdad que no?

DOCTORA: Mira Pedro, ¿tú sabes por qué nos vacunamos?

PEDRO: la verdad es que no lo sé…

DOCTORA: Pues nos vacunamos para poder ganar a los mini bichitos que puedan querer hacernos daño, es como si construyésemos un fuerte dentro de nuestro cuerpo, ¿a qué no quieres que te hagan daño esos bichitos?

PEDRO: No, no quiero que me hagan daño esos bichitos, pero la aguja es muy grande.

DOCTORA: Vamos a hacer una cosa, le voy a dar a tu madre una piruleta, la tienes que mirar fijamente ya que es mágica, si la miras fijamente ni te vas a enterar de la vacuna.

DOCTORA: La estás mirando, ¿verdad?

PEDRO: Sí y que grande eeee…..auch!

DOCTORA: Hala ya está, has visto como no era para tanto y por lo valiente que has sido te puedes quedar con la piruleta.

Conclusión:
La realización de esta práctica me ha permitido recordar lo difícil que es crear historias cuando la imaginación esta un poco atrofiada. Como ya he comentado en publicaciones anteriores creo que una de las características que definen a un buen maestro en educación infantil debe ser la imaginación, el no encasillarse y dejar volar la mente hacia mundos imaginarios, exactamente igual que cuando éramos pequeños. Una de las técnicas tanto de aprendizaje como literaria que a buen seguro utilizaré en mi aula es la dramatización, creo que no hay mejor manera de descubrir contenidos nuevos que vivenciándolos y siendo parte activa de su desarrollo.


3 comentarios:

  1. ¡Buenas noches, compañero!

    Me ha gustado mucho tu entrada, además en las creaciones en prosa y en verso tratas temas del entorno de los niños, y la adivinanza y la creación del libro son súper sencillitas, ¡requisito indispensable para crear libros! Así es muy fácil hacer una pequeña colección que puedas tener en el aula y seguro que motivas a los niños a intentar hacer algunas otras por su cuenta, ¡tomo nota! Me ha gustado mucho.

    Lo único que te aconsejaría en esta entrada es pensar sobre la edad concreta a la que va dirigida la creación en prosa, pues aunque dices de 4 a 6 años, no es lo mismo un niño que empieza en el curso de 4-5 que uno que está terminando 5-6 años, ¡no sé si me explico! Su momento evolutivo es, naturalmente, distinto.

    Por último, me ha gustado mucho que en la creación en verso sobre las vacunas intentes explicar a los niños para qué sirven, ¡la cantidad de veces que he visto a madres decir a sus hijos que hay que ponerlas "y ya está" en lugar de hablar con ellos sobre el motivo! Yo nunca les miento, de hecho si me preguntan si las vacunas duelen les digo que normalmente sí, un poco, pero también explico que les dolería más si enfermaran por no ponérselas.

    ¡Un saludo, ya no nos queda nada!

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  2. Muy bien, aunque si no hubieses rimado el poema, no habrías roto, en dos versos, la estructura lógica de la frase (en el tema se habla de esto). En cuanto al libro, aunque tú no lo hayas hecho, deberías explicar cómo ha de ser si se va a colocar en un rincón de lectura EI: color, plastificado, alguna idea mejor para el encuadernado...

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